miércoles, abril 23, 2008

UN NUDO EN LA SABANA



UN NUDO EN LA SABANA

En una junta de padres de familia de cierta escuela,
la Directora resaltaba el apoyo que los padres
deben darle a los hijos.

También pedía que se hicieran presentes
el máximo de tiempo posible.

Ella entendía que, aunque la mayoría
de los padres de la comunidad fueran trabajadores,
deberían encontrar un poco de tiempo para dedicar
y entender a los niños.

Sin embargo, la directora se sorprendió
cuando uno de los padres se levantó y explicó,
en forma humilde, que él no tenía tiempo de hablar
con su hijo durante la semana.

Cuando salía para trabajar era muy temprano
y su hijo todavía estaba durmiendo.
Cuando regresaba del trabajo era muy tarde
y el niño ya no estaba despierto.

Explicó, además, que tenía que trabajar
de esa forma para proveer el sustento
de la familia.

Dijo también que el no tener tiempo para su hijo
lo angustiaba mucho e intentaba redimirse yendo a besarlo
todas las noches cuando llegaba a su casa y,
para que su hijo supiera de su presencia,
él hacía un nudo en la punta de la sábana.

Eso sucedía religiosamente todas las noches
cuando iba a besarlo.

Cuando el hijo despertaba y veía el nudo,
sabía, a través de él, que su papá había estado allí
y lo había besado. El nudo era el medio
de comunicación entre ellos.

La directora se emocionó con aquella
singular historia y se sorprendió aún más cuando
constató que el hijo de ese padre, era uno
de los mejores alumnos de la escuela.

El hecho nos hace reflexionar sobre las muchas
formas en que las personas pueden hacerse presentes
y comunicarse con otros.

Aquél padre encontró su forma, que era simple pero eficiente.
Y lo más importante es que su hijo percibía,
a través del nudo afectivo, lo que su papá le estaba diciendo.

Algunas veces nos preocupamos tanto
con la forma de decir las cosas que
olvidamos lo principal que es la comunicación
a través del sentimiento.
Simples detalles como un beso y un nudo
en la punta de una sábana, significaban,
para aquél hijo, muchísimo más que regalos
o disculpas vacías.

Es válido que nos preocupemos por las personas
pero es más importante que ellas lo sepan,
que puedan sentirlo.
Para que exista la comunicación, es necesario
que las personas "escuchen" el lenguaje de nuestro corazón,
pues, en materia de afecto, los sentimientos siempre
hablan más alto que las palabras.

Es por ese motivo que un beso, revestido del
más puro afecto, cura el dolor de cabeza,
el raspón en la rodilla, el miedo a la oscuridad.

Las personas tal vez no entiendan el significado
de muchas palabras, pero saben registrar un gesto de amor.
Aún y cuando el gesto sea solamente un nudo.
Un nudo lleno de afecto y cariño.


VIVE DE TAL MANERA QUE CUANDO TUS HIJOS PIENSEN EN
JUSTICIA, CARIÑO, AMOR E INTEGRIDAD, PIENSEN EN TI.


(autor desconocido)

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