lunes, marzo 31, 2008



¿ZANAHORIA,HUEVO O CAFÉ ?

El oro para ser purificado debe pasar por el fuego. El ser humano
necesita pruebas para pulir su carácter. Pero lo más importante es:
cómo reaccionamos frente a las pruebas.
Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida y cómo las cosas le
resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y
creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar.
Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro. Su padre,
un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres
ollas con agua y las colocó sobre el fuego fuerte. Pronto el agua de
las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra
colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir
sin decir palabra. La hija esperó impacientemente, preguntándose qué
estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el
fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un recipiente.
Sacó los huevos y los colocó en otro. Coló el café y lo puso en un
tercer recipiente. Mirando a su hija le dijo: "Querida, ¿qué ves?"
"Zanahorias, huevos y café" fue su respuesta. La hizo acercarse y le
pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban
blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera.
Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que
probará el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.
Humildemente la hija preguntó: ¿Qué significa esto, padre?"
Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma
adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente.
La zanahoria llegó al agua fuerte, dura. Pero después de pasar por el
agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer.
El huevo había llegado al agua frágil. Su cáscara fina protegía su
interior líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior
se había endurecido. Los granos de café sin embargo eran únicos.
Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.

¿Cuál eres tú?, le preguntó a su hija. "Cuando la
adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes?.
¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?

¿Y cómo eres tú amigo?
¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la
adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu
fortaleza?

¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable?¿Poseías un
espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación,
un divorcio o un despido te has vuelto duro y rígido?
Por fuera te ves igual, pero ¿eres amargado y áspero, con un espíritu
y un corazón endurecido?

¿O eres como un grano de café?
El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor.
Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor
sabor.
Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tú
reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.

¿Cómo manejas la adversidad?

¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?